Aplicación de Agroquímicos

Aplicación de Agroquímicos

06 de octubre de 2020

Entre los aspectos más relevantes en la comercialización de productos hortofrutícolas es el cumplimiento de los límites máximos de residuos establecidos por regulaciones de carácter público y privado. En este último ámbito, son destacables las limitaciones establecidas por distintas cadenas de supermercados, particularmente en Alemania.

Son varios los factores que inciden en la presencia de agroquímicos, más allá de la cosecha de los productos e incluso hasta su consumo.  A nivel predial, la presión de enfermedades y plagas que se tengan, las condiciones agroclimáticas, la lejanía de los mercados a los cuales se envían los productos, entendiendo que se quiere llegar con un producto sin problemas de condición, son incidentes.

A nivel predial, el establecimiento de un cultivo implica necesariamente diseñar un programa de manejo de plagas y enfermedades. Dentro de este programa es común el uso de plaguicidas (herbicidas, insecticidas y fungicidas) para prevenir o controlar plagas y de otros productos (fitohormonas, reguladores de crecimiento), que permiten llevar a cabo el proceso productivo.

En el mercado, existen diferentes formulaciones y concentraciones de ingrediente activo, pero ¿Cómo saber cuánto aplicar (dosis) para un cultivo específico?.  En terreno, hay una gran cantidad de factores a considerar para decidir la cantidad de producto a utilizar, estos son: tipo de cultivo, hora del día, equipos de aplicación disponibles, características de la plaga o enfermedad que se desea controlar, y la formulación a utilizar. Uno de los errores más frecuentes en la aplicación Los plaguicidas usados vienen provistos de un etiquetado que específica su composición y la dosis recomendada. Usualmente la dosis viene expresada en kilogramos por hectárea (kg/ha), litros por hectárea (L/ha) o mililitros por hectárea (mL/ha), dependiendo de sus características. La correcta dosificación del plaguicida y la calibración del equipo de aspersión permiten entre otras cosas:

-Un adecuado control del patógeno, disminuyendo el riesgo de la generación de resistencia de las plagas y daños a los cultivos, así como la contaminación al ambiente.

-Un ahorro económico para el productor al optimizar el uso del producto y controlar de manera oportuna la plaga.

-Cumplir con las carencias llegando al momento de cosecha con las concentraciones que se requieren (por debajo de los LMR del mercado de destino o bien sin residuos de ese producto.

Este punto es de vital importancia ya que todo el esfuerzo de una temporada puede verse perdido por algún error en el proceso de aplicación, tales como errores en la dosificación, incorrecta elección de maquinaria, tipo y estado de boquillas, calidad el agua, entre otros. 

Nuestra Otec Davislab cuenta con el curso “DOSIFICACIÓN DE PLAGUICIDAS Y CALIBRACIÓN DE MAQUINARIA APLICADORA” orientado precisamente a generar las competencias para una correcta labor en este ámbito. 

Al término del curso los participantes estarán en condiciones de:

 

Regular nebulizadores de acuerdo a requerimientos del tratamiento y empleando las presiones adecuadas de trabajo

Emplear correctamente el tractor para la operación de los equipos.

Operar correctamente los equipos de aplicación siguiendo las normas y recomendaciones de fábrica

Planificar y realizar  programas racionales de mantención preventiva